– Si no es la hora del té….¿Que hora es?
– Las 11..
– Quizás, será la hora de once.

Suena raro, verdad?

Se trata de una costumbre que solo los chilenos entendemos.
Una once pueden incluir berlines, calzones rotos, dulces chilenos, galletas, helados, jugo, kuchen, panqueques, picarones, roscas, sopaipillas, tortillas de rescoldo, o torta, según la ocasión, ya que generalmente se usa este horario para algunas celebraciones, como cumpleaños por ejemplo. Si se toma once en un restaurante, el pan puede ser un sándwich elaborado, como un Barros Jarpa, un Barros Luco, un chacarero o un lomito. En algunos casos, sobre todo cuando se trata de niños, la once puede ser una taza de leche, cereales, o cualquier otro alimento común de un desayuno.

En muchas familias, esta merienda ha pasado a reemplazar la cena, llamada también «comida» en ciertas partes de Chile, situación conocida, a veces, como once-cena u once-comida. Esto se debe al ritmo de la vida moderna, que ha ido modificando esta costumbre e incluso eliminándola, como es el caso de algunas partes de Santiago. La extensión de las horas de trabajo ha provocado, a veces, que la última comida del día sea una once abundante que sustituye la cena.

Origen:
Los cronistas dicen que, para ocultar las ansias que los trabajadores tenían por dicho licor (además de ser ilegal beber mientras se trabaja), idearon una clave con la que se aludía a este trago tan apetecido. Y como la palabra A G U A R D I E N T E tiene once letras, se dejó la expresión “once” para aludir a este licor. De esa forma, el “tomar once” se convirtió en el momento en que junto a los panecillos, se bebía este trago.

Otra versión cuenta que un club de reunión de damas, formado por un total de once personas, se juntaba a mitad de tarde para compartir té y galletas.

La interpretación que recoge la Real Academia Española es que se trate de la traducción literal de una comida tomada a media mañana, conocida en inglés como elevenses «onces».

  • Mercedes no pierde oportunidad y la tradición de preparar cosas ricas e invitar a sus amigas a tomar once, aunque su rutina es esperar a su hija todas las tardes para tomar el té junto a ella, ya que es la ocasión de ambas para compartir.
  • En casa de los Alarcón Liberona, no falta el buen pan amasado para compartir junto a la gran familia de Valparaíso Ranch una entretenida y tradicional once a la chilena, que de vez en cuando incluye completos y el infaltable «queque».
  • Carmen dice:….aún seguimos nuestra tradición a pesar que llevamos 42 años fuera de «chilito», porque es el momento de compartir con amigos y familiares, las onces consisten en tomar te o café, sándwich ,galletas……

LOS CHILENOS EN HOUSTON TOMAMOS TE?

Muchos chilenos fuera de Chile tratan de conservar sus tradiciones y dejar ese legado a sus hijos. De acuerdo a un total de 25 personas que viven en Houston, consultadas con las siguientes preguntas….
……¿Aún siguen la tradición de la hora de once, porque? ¿Que rutina siguen y en que consiste la once?  Y por último, ¿Buscan hacer que se parezca a la rutina que llevaban en Chile?
El 44% sigue la tradición pero no todo los días, exclusivamente por falta de tiempo y mas bien la complementan con la cena y sobre todo aquellos que llevan más años aca, entre 20 y 40 años. Un 33% trata de seguir la tradición en ocasiones especiales como, cumpleaños, juntas con amigos chilenos o cuando reciben visitas desde Chile. Y el otro 33% que  son personas que han llegado en los últimos 10 años, la once para ellos es imperdible, y buscan por todos los medios a que sea lo más similar a una once en Chile.

Increíblemente, según esta encuesta, aunque no refleja la gran cantidad de chilenos viviendo en esta ciudad, los que llevan mayor cantidad de años, son los más aferrados a sus tradiciones, transmitiendo  así sus costumbres a las nuevas generaciones nacidas acá. Particularmente hay una historia entre estas que llama la atención y que daría tema para un reportaje exclusivo, me refiero a la de Silvia, que la tradición de «la once» o «las onces» la ha conservado de una forma tan especial, que su manera de preparar la mesa es todo un bello ritual, e incluso ha ido más allá, asistiendo a diferentes «rituales del té» que se realizan como eventos especiales y cada cierto tiempo en Houston y otras localidades de la zona. Tal fué su apego a esta tradición, que mantuvo por casi dos años una pequeña compañía que se dedicaba a realizar «catering tea partys» con la intención de introducir esta costumbre a otras culturas. No le fue mal, cuenta Silvia, pero, no logró cien por ciento conseguir su objetivo, a lo cual decidió por terminar con ello y seguir disfrutando junto a su esposo, que por cierto no es chileno, pero disfruta tanto como ella, esta deliciosa tradición chilena.

  • …..Silvia, que la tradición de «la once» o «las onces» la ha conservado de una forma tan especial, que su manera de preparar la mesa es todo un bello ritual,e incluso ha ido más allá, asistiendo a diferentes «rituales del té» que se realizan……
  • Tal fué su apego a esta tradición, que mantuvo por casi dos años una pequeña compañía que se dedicaba a realizar «catering tea partys» con la intención de introducir esta costumbre a otras culturas.
  • Guadalupe, lleva tantos años fuera de Chile que perdió totalmente la costumbre de la once, pero no pierde oportunidad cuando se trata de atender bien a sus amigas con un buen té galés.

Los «Amigos de la Cultura» cuando nos reunimos, también tomamos el té.¡Muchas Gracias a quienes colaboraron para esta nota!